
Ayer al despertarme, leía esta frase en Instagram. Al mismo tiempo, llegaba una notificación de un comentario en este blog de una antigua compañera, preguntándome cuando volvería a escribir de nuevo.
Con nostalgia en la mente, cambié la radio del coche hacia el canal clásico, y de ahí salió el vals de las Sílfides de Chopin una de mis piezas favoritas. Así que, !Hola universo!
Abrí este blog en el verano de 2010, debido al tedio que me provocaba mi educación dancística del momento. En aquel momento normal implicaba jornadas de sol a sol en el campus de Comunicación de la Rey Juan Carlos de Fuenlabrada, alguna hora de clásico, y muchas más con la espalda en la pared viendo ensayos. Por ahí está el dicho de, «el que no sabe, enseña», en mi caso, la que no sabe, sueña. Supongo.
Al terminar mis dos carreras, mi intención era hacer el Máster en Periodismo de El País. Aún recuerdo el artículo improvisado sobre política afgana que me marqué en la prueba de acceso, al señor que cortó mi entrevista en inglés tras 15 segundos («Oh, pero si hablas inglés de verdad»), y sobre todo, a aquella señora rubia de collar de perlas que me dijo que Roger Salas ya tenían, en la entrevista final. Para cuando cogí la llamada que me ofrecería la plaza, acababa de aterrizar en Frankfurt para hacer un Máster de Comunicación en Alemania. Recuerdo haber visto las llamadas perdidas aún en Barajas, pero nunca me ha gustado aceptar números desconocidos.
Siete años después, sigo en Alemania, pero ahora en Berlín. Con el salto a la treintena, una se da cuenta de la otoñalidad de los developpés, de cuanto laboraron los padres para pagar esas clases de ballet, y de que ir a clase, tras la oficina, requiere de cierta fortaleza mental.
Y si ya le ponemos la pandemia, respiremos profundo.
Con esto de hacerse mayor, aunque lleve mucho tiempo sin hacer visitas reseñables por Madrid, las redes sociales me alertan de un fenómeno fascinante. Algunos de mis antiguos compañeros ahora tienen sus propias escuelas. Consecuencia normal de aquella pregunta agridulce de «y tú, ¿Sigues bailando?».
Entre los divulgadores, Ibis Albizu cementó su matrimonio con la academia, en forma de, entre otras cosas, un libro llamado «Entreactos: Ensayos de Filosofía y danza» por la editorial Cumbres. Mi primer entrevistado en el blog, Juan Bockamp, y Patricia Bonnin, con los que alguna vez compartí aula, tratan temas tan interesantes cómo la perenne influencia de los Ballets Rusos (vídeo de una de las recientes charlas en el Centro Ruso) y la identidad huérfana de escuelas del bailarín español (ponencia en youtube).
Aunque me quede poco de balletómana castiza, otro día escribiré más sobre la balletomania berlinesa, la balletomania que se cuece por Instragram, y otros temas por el este.
Saludos,
Tu regreso es una muy buena noticia!! Extrañaba tus artículos y lo mucho que uno aprendía.
Saludos desde Buenos Aires.
Muchas Gracias Gustavo! Me alegró mucho ver tu comentario el mismo día 🙂
estoy encantada de tener noticias tuyas después de tanto tiempo. Echaba de menos tus comentarios tan acertados sobre la danza. Ojalá que puedas volver a escribir. Hay mucho ballet gratis en Internet todos los días sobre todo compañías americanas, pero algunos europeos también, generalmente disponible durante 48 horas por lo menos. Sale mucha información en estas dos páginas web sobre todo. La primera es americana y la segunda inglesa.
https://balletalert.invisionzone.com
https://www.balletcoforum.com/forum/10-ballet-dance-news-information/
Muchas gracias Kate! Sí, hay muchas fuentes en el mundo anglosajón, y ruso. Uno de mis objetivos desde el principio con el blog fue mejorar las fuentes hispanas, o como mínimo, divulgar ese contenido que es más difícil de acceder para los que no hablan inglés
Qué alegría leerte de nuevo, Silvia! El año pasado recuerdo haber entrado al blog y me entristeció ver que no estabas escribiendo. Bienvenida de nuevo! Estaré a la espera de tus posteos y te mando un abrazo fraterno. Balletómana desde Buenos Aires, Argentina
Muchas gracias Elda! Lamento la tristeza, pero alegra que aún recordaras el blog el año pasado. Saludos desde Berlín.
¡Qué alegría, Silvia! Y ya ves que no soy la única. Las vueltas que da la vida. Espero que hagas lo que hagas seas feliz y nosotros encantados de poder leer las cosas tan interesantes que escribes (tanto en forma como en contenido).
Un saludo desde Granada (en ocasiones paso por Madrid así que si vas a cualquiera de los dos sitios, y te apetece, avísame).
🙂