A los 17 años, y en su primera temporada con el cuerpo de baile del New York City Ballet, Kathryn Morgan fue elegida para bailar el papel principal de Julieta. A los 21, debutaba como Aurora. Sin embargo, con apenas 23, abandonaría la compañía por un problema de hipotiroidismo, diagnosticado hacía dos años. Había ganado 18 kilos, sufría constantemente de migrañas y pérdida del cabello. A día de hoy, dos años después, Kathryn se encuentra en buena forma y planea su vuelta a los escenarios. Tener que salir de una de las compañías más importantes de los Estados Unidos por la puerta de atrás podría haber afectado su motivación, pero ella volvió a casa y continuó bailando mientras su tratamiento se ajustaba. Mientras tanto, abrió un blog, If the Pointe Shoe Fits y un canal de youtube.