Interrumpo el ritmo de actualizaciones para algo que no suelo hacer, escribir sobre mi misma. Balletómanos es un proyecto personal, a la vez fuente de inspiración y crecimiento profesional. Siempre he dicho que Balletómanos no es un detalle sobre quién escribe (para aquellos que asumieron que participaban más personas en la web), sino que balletómanos somos todos aquellos amantes de este arte. Aún me resulta curioso el pensar que este blog sea leído por alguien, pero sin embargo, muchos lectores se han convertido en nombres conocidos para mí, y muchos amigos, en lectores. Así que, esta es una pequeña actualización que creo que les debo.
En el primer artículo de este blog, a 11 de julio de 2010, me presentaba de esta manera:
Yo soy Silvia , y soy una balletómana del mundo, residente en Madrid por el momento.
Decido crear este blog para intentar transmitir todo lo que ande por mi mente, ya sea críticas de actuaciones en directo, vídeos o simplemente vivencias relacionadas con este arte.
Soy estudiante de ballet, porque presentarme cómo bailarina me parece injusto. La clase de ballet es el mejor momento del día, porque el escenario no parece real. Pero me considero balletómana por encima de todo, nunca sabré si por generosidad o cobardía, me olvido de mi misma ante un buen bailarín. Creo que el arte del ballet está por encima de cualquier persona, y sin embargo no podría existir sin un cúmulo de magníficas personalidades.
Creo que las últimas frases representan muy bien mi posición con respecto a la danza. De transmitir lo que andara por mi mente, el blog se convirtió enseguida como una manera de servir al mundo de ballet, de servir a todos los balletómanos, una motivación para continuar mi formación. Este blog me ha acompañado durante mis estudios en París, Madrid, San Petersburgo y algunos otros viajes, en cuyas reseñas compartí alguna que otra aventura personal, siempre cerca del mundo del ballet.
Comienzo este blog con 19 años, y actualmente tengo 22 años, a una semana de mi siguiente cumpleaños. Aún me hago la misma pregunta, ¿Cómo servir profesionalmente al ballet?. Me gusta decir »No todo en la vida es Tchaikovsky» a los que me imaginan obsesiva (cabeza-moño como dice la expresión inglesa), pero sin embargo, creo que cuando el ballet es sublime, puede ser apreciado por cualquier persona. Disfruto igualmente hablando de ballet con otro balletómano leido que intentando explicarle la historia de nuestro arte a alguien que nunca ha visto un ballet. Creo que el ballet necesita de gente que comparta su amor por él, reivindico la balletomania simple, la de la pasión que alegra la vida. Balletómanos.com es mi intento de ayudar en ello, de difundir y facilitar a la gente la experimentación de un poquito de magia.
El título de esta entrada forma parte de una reflexión personal que ha rondado mi cabeza durante los últimos meses. Al terminar mi segunda licenciatura, en Comunicación Audiovisual, la cuestión de encontrar una profesión, de ser profesional, tomó un significado cada vez más real. Con este blog y mis colaboraciones en otros medios, partí a la búsqueda de trabajo. En estos momentos, para el entrevistador español medio soy una curiosidad, con formación, idiomas y experiencia en un tema doblemente etéreo, el ballet y el mundo de internet. Intentando ‘institucionalizarme’ un poco, traté de unirme a la Asociación de Profesionales de la Danza de Madrid, y , para mi sorpresa, se me recomendó unirme a la Asociación de ‘Amigos’ de la Danza. Ser un profesional de la danza era ser un bailarín o un profesor de academia, así que mis letras y yo nos quedamos en amigos con derecho a roce. No soy una bailarina frustrada ni estoy retirada de la actividad física, simplemente, creo que mi trabajo puede aprovecharse mejor en otras áreas. Nuestro mundo también necesita de la comunicación, y de una comunicación que sea realizada con el mayor rigor y profesionalidad posible, para que otros puedan conocer el loable trabajo de nuestros bailarines y pedagogos.
Pude haber acudido a una institución del mundo de la danza, o a un máster centrado directamente en el ballet (que hay pocos, pero existen fuera de nuestras fronteras), pero, para profundizar mi formación como comunicadora, decidí presentarme a los exámenes de entrada del Máster de Periodismo del periódico El País. Durante la entrevista personal, para mi sorpresa, la danza fue el punto de foco. Se me dijo que para alguien tan joven como yo, esta no era la manera de seguir para ser ‘coreógrafa’, y que si entraba en el programa no iba a volver a tener tiempo para seguir viendo danza. En definitiva, que estaba demasiado especializada en algo inútil. No quise negar mi relación con la danza, y traté de defender el hecho de que para alguien que ambiciona ser algún día periodista de danza, una formación rigurosa y profesional en el mundo del periodismo es igualmente necesaria que para cualquier comunicador ‘generalista’. En definitiva, un periodista o comunicador dentro de nuestro mundo debe ganarse también el calificativo de periodista, puesto que nuestra vocación es igualmente legítima que nuestro mundo artístico. Creo que por razones como esta necesitamos una mayor labor de divulgación del mundo de la danza en España, para que cuando alguien comparta su vinculación con este mundo, no se piense que son simples hedonismos de un joven que pierde el tiempo bailando mientras su vida comienza.
Finalmente, la escuela de periodismo de El Pais rechazó mi candidatura, y esa misma noche, recibí una carta de admisión para el Máster en Medios y Ciencias de la Comunicación de la Universidad Técnica de Ilmenau, en Alemania. Decidí aceptar la oferta, y el día 1 de octubre partí para mi nuevo destino en el centro de Alemania. Haciendo noche en la ciudad de Frankfurt, recibí otro email de la escuela de periodismo. Otros candidatos habían renunciado a su plaza, y la lista de espera había saltado hasta mí. Sin embargo, con las maletas ya hechas y fuera de casa, decidí quedarme en Alemania. No es fácil vivir fuera de lo que es conocido para uno, y más aún cuando no se domina el idioma, pero ya comienzo a aclimatarme entre los bosques del estado de Thuringia, y por eso retomo la actividad en el blog.
Es demasiado pronto para valorar si mi marcha a Alemania ha sido algo positivo o negativo, pero esperemos que todo crecimiento personal se refleje también en lo profesional. Obviamente, las críticas de espectáculos en los teatros madrileños van a relegarse a los descansos vacacionales, pero la actividad en el blog va a continuar, con profesionalidades o derecho a roce, ya que mi affaire con la danza es una posición de vida.
© Fotos: Silvia Sánchez Ureña, colección personal
Silvia al leer estas palabras me has emocionado con esta última entrada en tu blog. He de decir que me llama mucho la atención los paralelismos entre tu historia la mía y me has hecho darme cuenta de que hay personas con mis mis aspiraciones y que no soy un »bicho raro» por pensar que se puede ser periodista de danza.
Me parece de una gran valentía ir a Alemania y espero que tu estancia sea toda una experiencia. Aquí en Madrid nos quedaremos esperando que haya más gente que crea y luche por la difusión del maravilloso mundo de la danza.
Te deseo lo mejor
Ya me parecía que tu forma de redactar no era cosa corriente en un blog.
Eres demasiado joven para desanimarte por los primeros tropiezos, seguro que encontrarás la forma de sacar partido a tus estudios. Espero poder verte bailar alguna vez.
Te deseo toda la suerte del mundo en la nueva etapa.
Después de vivir en Madrid, París y San Petersburgo es posible que Ilmenau te quede pequeña.
Pero como eres una persona inteligente hasta la brillantez, eso será otra oportunidad para tí: por ejemplo, puedes aprender algo más de los aspectos técnicos de los nuevos medios, aunque sea por ósmosis – aquello debe estar plagado de ingenieros actuales y futuros. Si antes no te matan de aburrimiento, claro.
En Fráncfort hay funciones de ballet de vez en cuando. Acabo de mirarlo y a fin de mes tienes a la compañía de Forsythe por ahí. Me parece que una amiga mía de infancia ahora vive allí ahora.
Además, cuentan por ahí que el alemán es más fácil que el ruso, y su pronunciación es más fácil que la del francés.
Mucho ánimo.
Resumiendo, mucho ánimo.
Vaya, la última línea sobra.
Me extrañaba no haber recibido entradas de tu blog con mas frecuencia en mi correo y ya sé el motivo. De todo corazón mucha suerte. Una vez más te doy las gracias por estar ahí.¡Esperamos con ansia leerte¡Y no sé cómo te han dejado escapar.
Hola desde Barcelona Silvia !
Aprovecha todo lo que puedas tu estancia en Alemania.
Sé muy poquito sobre Alemania, nunca he vivido, ni estudiado ni trabajado (solo voy a Ferias del mundo editorial que es donde trabajo – en Marketing-), pero…
hay que aprender mucho de cómo tienen montado todo el entramado y apoyo al ballet y a la danza allí, que a su vez está reforzado por una cultura entre sus gentes de ir a ver danza y ballet y apreciarlo, y ver si de alguna manera lo podemos importar hacia aquí.
3 veces me he ido a estudiar fuera (EEUU, Francia y Reino Unido), y las 3 veces la experiencia ha sido muy enriquecedora. Aprovecha al máximo.
Desde aquí te seguiremos leyendo.
Un abrazo,
Ana
Querida Silvia. No nos debías nada a tus lectores. Agradecidos estamos de todo lo que has aportado por estas redes en cuestiones de danza; «Ballet en todos sus estados, clásico o no clásico, belleza sin fecha de caducidad» ¿recuerdas?. Algunas veces te leemos, algunas veces te seguimos, algunas veces… Eres joven; no desesperes por los «no», los «no sé», «venga después».
Eres un trabajadora incansable, en la barra y en la escritura, y tarde o temprano encontrarás lo que buscas casi sin buscarlo. Disfruta de la vida, nunca de olvides de ello. En todos los oficios es difícil abrirse un camino. Te mando mis ánimos y mis gracias. Cuídate mucho y gracias por todo lo compartido. Sergio
Es la primera vez que comparto unas líneas en el único blog que sigo fielmente. Voy a extrañar tus comentarios sobre los escasos espectáculos » locales» y no encontrarte en los cines de Santa Engracia, pero me alegra y mucho, saber que con toda seguridad, este cambio será un gran paso para tu enriquecimiento personal. Mucha suerte en tu nueva etapa y espero, como todos los seguidores del blog, noticias sobre tus andanzas por Alemania que, estoy segura, nos enriquecerán a todos. Un saludo agectuoso y hasta pronto.
He llegado al mundo de la danza demasiado tarde (por todo lo que me he perdido)y por razones profesionales.
Me tocó empezar a realizar videos de danza.La primera vez que conocí a unos bailarines ,mientras calentaban,me parecieron gente demasiado normal que hablaban de temas cotidianos…y de repente,empezaron a bailar, …se hizo magía ante mis ojos..aquellas personas «normales» transmitían sentimientos,emociones ,acciones con su cuerpo…Increible…nunca me ha pasado algo tan impactante con ningún otro arte.Desde entonces,sigo blogs como el tuyo y disfruto de tu pasión por el ballet.
Mucha suerte en tu camino.
Iñaki
Hola Silvia desde Lleida (Catalunya)
Es maravilloso ver como amas la danza, nunca has esplicado de donde te viene este gran amor por ella, pero felicita a quien te lo transmitió lo hizo muy pero que muy bien.
Es una suerte que este arte cuente con gente como tu y como muchos de nosotros que luchamos y intentamos transmitir a todos aquellos que nos rodean lo mucho que aporta y engradece a las personas este arte.
Mucha suerte .
Un abrazo
Rosa Mª
No sé a qué sitio se fue mi comentario pero no lo veo. Más tarde vuelvo y compruebo que efectivamente se perdió como un calcetín.
Es que tu entrada de hoy me ha impactado.
Buen día,
Hola Silvia.
Después de leer este post sigo en shock, sigo tu Blog desde hace tiempo, jamas me espere que detrás de todo este gran trabajo se encontrase una joven de 22 años (casi 23) Mi más sincera enhorabuena, porque eres capaz de transmitir mucho amor y pasión en tus palabras y eso no lo enseña ninguna escuela….El Pais a perdido a una gran periodista.
De exiliado a exiliada te mando mucha fuerza y animo, las cosas son duras al principio pero el amor por lo que hacemos nos ayuda en el camino
Efectivamente mi comentario se perdió por algún lado.
Simplemente quería apoyarte, animarte de algún modo y hacerte ver si es que tú misma no lo has visto ya, que los que te han dejado ir, tarde o temprano, en algún momento, se arrepentirán porque para ver tu claridad y tu lucidez no hace falta ser un «lumbreras»
Disfruta y aprovecha.
Un abrazo,
Me es grato saber que te permites concentrar tus fortalezas y tu pasión de una manera tan profesional, definitivamente comparto en que necesitamos siempre difundir de manera profesional nuestro mundo de emociones como cuando bailamos, soy Arquitecto y Bailarín de profesión con 26 años, aun sufriendo un poco con la gama de posibilidades que el arte nos presenta en este tiempo, a veces solo deseando perderme en un escenario y nunca salir de allí, pero me has recordado que puedo servir de la mejor forma amando y utilizando mis herramientas intelectuales correctamente, la mayor de la luces en tu etapa en Alemania, de seguro tendremos maravillosas noticias tuyas y de la maravillosa DANZA.
abrazos
Peter (Ecuador)
Hola Silvia,
Soy Laura. Hace poco que sigo tu blog y todavía no había atrevido a participar en los comentarios, pero con esta entrada, no me he podido reprimir. Haces bien de escribir sobre ti misma porque al final, de eso trata la danza; de lo que nos transmite, de cómo nos hace sentir y cómo ha influido en nuestras vidas. Yo también soy una fanática del ballet. Pero, por unas cosas u otras, nunca me atreví a dedicarme profesionalmente a ello. Ahora ya es tarde.
Sin embargo, cada vez que leo artículos relacionados con la danza, que veo vídeos o voy al teatro, me pregunto, ¿es tarde de verdad? Me gustaría pensar que no. Yo sigo luchando por ello. Me fui de casa hace ya 4 años, a vivir en París. Acabé un doctorado y decidí que quería cambiar de especialidad. Ahora estoy haciendo un máster en ciencias políticas en Inglaterra y quiero luchar por trabajar en la interfaz entre política y cultura –a poder ser en algo relacionado con la danza, por supuesto-. Creo sinceramente que se puede contribuir al mundo de la danza de muchas maneras diferentes. No sólo se necesitan bailarines que llenen el escenario y un público en las butacas. El ballet es un arte, pero sería ingenuo pensar que esta disciplina se alimenta sólo con sentimientos y emociones. Necesita la ayuda de críticos, prensa, relaciones internacionales. Es difícil estar fuera de casa como tú estás haciendo, pero Silvia, sigue trabajando y forjándote un camino en el mundo del ballet. Puede que no lo consigas inmediatamente, y menos todavía en nuestro indecente país, pero hace falta gente como tú, inteligente, con ideas innovadoras y con ganas de trabajar.
¡Adelante y gracias por esta entrada!