La pareja bomba rusa en el número de Mayo de la revista Vogue

Fotógrafo Kai Z feng

Las fotografías acompañan esta pequeña entrevista de Gia Kourlas :

Salto de fe

Las estrellas rusas de ballet, Natalia Osipova e Ivan Vasiliev traen su pasión y gracia al escenario neoyorkino

Los bailarines Natalia Osipova e Ivan Vasiliev primero se miraron, no a través de una sala, sino en la Competición Internacional de Ballet de Moscú. «Todo el mundo hablaba de Ivan´´ dice  Osipova, «yo pensaba, ¿quién es Iván?´´. Era 2005, y Vasiliev, que con sus saltos voladores y sus piruetas brillantes estaba siento aclamado cómo el nuevo Baryshnikov. Él también estaba intrigado. «Mi primera impresión fue que ella era una bailarina de verdad´´, dice.

Desde entonces, Osipova, 25 y Vasiliev 23, se han convertido en la pareja reina del ballet- tanto dentro cómo fuera de la escena.

Aunque de pequeña estatura, él es un bailarín cuyo entusiasmo, arrojo y atleticismo le dan  una presencia escénica magnética. Y ella, con su pelo negro corto, línea flexible y habilidad para el drama, podría facilmente hacer de Lisbeth Salander si hubiera una adaptación para ballet de «The Girl with the Dragon Tatoo´´. El último otoño, la pareja llegó a los titulares tras anunciar que abandonaban el Bolshoi por el menos establecido Mikhailovsky.  Usando la carta de la libertad artística, ambos debatian la posibilidad de bailar el mismo repertorio durante años. « Es muy dificil mejorarte a ti mismo cuando tienes que hacer otro Espartaco´´ dice Osipova, refiriendose al ballet soviético por el que Vasiliev ha sido aclamado. Vasiliev mueve el dedo- el gesto de los bailarines para la pirueta- «No soy sólo un héroe. Puedo ser más´.

Su nuevo puesto permite esta oportunidad, con más tiempo para aparecer con otras compañías, cómo el American Ballet Theater, donde Osipova es adoptada oficialmente como bailarina principal y Vasiliev vuelve esta primavera cómo artista invitado.

En junio, Osipova baila el papel principal en el nuevo «Pájaro de Fuego´´ de Alexei Ratmansky, «Quiero ser exótica- como una mascara´´ dice, tocando sus delicadas mejillas «Pienso que deberia parecer un alien´´. Vasiliev, que ha estado viendo los ensayos, añade, «Te puedo decir seguro que será muy sexy´´. En el estudio, señalan rápido sus distintas formas de trabajo. «Yo prefiero estar seria y concentrada´´ dice Osipova. Pero para Vasiliev «Me gusta lo rápido: me gusta ir al estudio, ensayar, y después ir a escena y bailar, bailar, bailar´´.

El ballet parece haber venido fácil para Vasiliev, que empezó a bailar cuando tenía cuatro años.  Un poco travieso, estaba mirando la clase de  danzas folclóricas de su hermano- su padre, un oficial ruso que estaba destinado en Ukrania- cuando le dijo a su madre que quería unirse a ellos. Ella dijo que no, y él provocadoramente se quitó las zapatillas, se unió al círculo y comenzó a bailar cómo un loco.

Osipova tuvo una ruta más curiosa. Nacida en Moscú, comenzó a estudiar ballet en la académia del Bolshoi cuando una lesión trabó sus ambiciones profesionales de convertirse en gimnasta. Su técnica es tan invencible cómo la de Vasiliev- con  increibles grand jetés, en los que ella flota en el aire- pero en la pareja, ella es la tímida. Mientras que Osipova es reticente para hablar inglés, Vasiliev se enseñó sólo. «Soy un ruso loco´dice `No me da miedo equivocarme´´