Ya esta disponible en la página web del Teatro Real el avance de la programación del templo madrileño para la temporada 2013/2014. Cómo siempre, para los aficionados a la danza clásica, no se anuncia una buena temporada, pero, al menos, una compañía clásica completa va a pisar las tablas (permitirme obviar a la CND, aún en proceso de germinación, digamos que me refiero a grandes compañías, apropiadas al corte de tan gran teatro tradicional) algo que no ocurría desde junio de 2011. Si en ese momento tuvimos invitada a la compañía de Novossibirsk, en unos meses, daremos la bienvenida a la compañía de Perm. Además, la CND presentará un programa Balanchine/Forsythe/Ek, y volverá la compañía de Mark Morris, »gran éxito» de esta misma temporada.
El objetivo del Premio Diaghilev es reconocer y recompensar el trabajo de los productores en materia de teatro musical (ópera, ballet, danza), que cumplan con los altos estándares establecidos por Sergei Diaghilev a principios del s.XX. Para ser merecedores de la nominación, las producciones deben ser enteramente nuevas comisiones, preferiblemente una combinación de varias formas de arte escénicas de una manera original e innovadora, o nuevas producciones de obras muy conocidas, de nuevo, la combinación de diferentes formas de arte de una manera creativa y original . Asimismo, el jurado tiene en cuenta los logros de un productor en la identificación y presentación de nuevos artistas y el potencial de una obra para definir el teatro del mañana.
Las dos producciones que presentarán en Madrid, se encuentran nominadas en varias categorías a las ‘Máscaras de Oro 2013’, los premios rusos del gremio teatral. Sobre ‘El Bufón’, se trata de una coreografía de la que pudimos ver un paso a dos en el programa ruso ‘El Gran Ballet’, con Ksenia Barbasheva y Andrei Taranov:
En la fachada del teatro real han puesto un cartel del Romeo y Julieta de Prokofiev por la CND. Esto promete.
Pues gracias por las informaciones de que Mortier fue miembro del jurado y de que le dieron el premio a la Abramovic. Todo queda, más o menos, «en casa».
Soy una aficionado a la ópera, pero también me gusta asistir a espectáculos de danza.
Ha sido una velada memorable, especialmente la del «Bufón» de Prokófiev. Llevaba cuatro años sin ver un espectáculo de danza clásica(el Lago en Viena) y por segunda vez veía un ballet clásico en el Real (El lago por el Royal Ballet precisamente). La reconstrucción del universo Diaghilev nos ha dejado un derroche de placer visual además de unas destrezas increíbles por parte de todos los bailarines.
Yo Llevo 12 de mis 26 años (desde noviembre de 2001) asistiendo al Teatro Real y debo coincidir con este blog que la danza clásica ha sido la gran olvidada en el Teatro Real. He visto pues a tres gestores: Sagi, Moral y Mortier, ahora sustituído por Matabosch. El único que se ha preocupado de verdad por la danza clásica ha sido Moral. Durante su gestión (2005-2010) han venido grandes producciones de danza clásica aunque así fuera a razón de uno por año. Curiosamente, yo no fui a verlas con la excepción del Lago. Veamos : El ballet de Corella, El Bolshoi, El Mariinsky, entre otros. Sagi trajo algún que otro espectáculo (La Sílfide) pero al igual que Mortier también ha preferido la danza contemporánea.
A mí me gustan ambos tipos de danza. Precisamente dos de mis mejores momentos en el Real han sido espectáculos de contemporánea : «Nijinsky» por el Ballet de John Neumeier y el inolvidable «Whereabouts Unknown» que Jiri Kylian trajo a Madrid en 2010 con los grandes del Nederlands Dans Theater. Pero creo que la temporada debe de ser mixta ya que es inadmisible que el gran teatro de una ciudad como Madrid no cuente con al menos una producción de danza clásica. No será por falta de público: las compañías rusas que hacen minitemporadas de danza clásica en la Gran Vía o en el Teatro Nuevo Alcalá se venden bastante bien a juicio de lo que me dijeron en la taquilla de este último teatro. Mientras el Real o el Teatro de la Zarzuela (que ese sí que cuenta con compañías españolas de danza) no se ponga manos a la obra al menos con ballet clásico los entendidos, aficionados y profanos como yo tendremos que tirar de la improvisada labor de difusión y popularización de la danza clásica que hacen las modestas compañías en la Gran Vía o de la decente pero también escasa programación de los Teatros del Canal…