Esta tarde ha sido la retransmisión de Coppelia desde Moscú para toda Europa. La retransmisión es llevada a cabo por la compañia Ciel Écran, al igual que las otras retransmisiones del año, que se veran acompañadas por más títulos la temporada que viene (Esmeralda, Raymonda, Corsario…).
Al igual que en otras ocasiones, reserve mi plaza en los cines Gaumont cerca de la Ópera Garnier, que siempre se siente uno bien saludando tremendo edificio al pasar. Además, conscientes del éxito, dejan la sala más grande para las retransmisiones, y el público (mayor en general por el área, pero también con buen porcentaje de juventud) abarrota la sala desde casi media hora antes del comienzo, para disfrutar de las imágenes entre bambalinas.Esta vez llevaba compañia, una amiga australiana a la que traumatizé la última vez que vino conmigo a ver ballet en Garnier, tras una obra aburridísima de Trisha Brown.
Al comenzar cómo siempre, Katerina Novikova, la agregada de prensa del Bolshoi presenta la retransmisión en un mix poco acertado de francés, inglés, aleman ( que luego deja de lado en las entrevistas) y ruso. Una señora de al lado comentó a mi amiga lo útiles que son las apreciaciones de Novikova, aunque la verdad es que nunca son particularmente esclarecedoras. Siempre me pregunto por qué, ya que la retransmisión se realiza por una compañia extranjera, no utilizan a un presentador nativo en inglés o frances, o dejarse de presentadores y preparar un pequeño espacio documental/entrevista antes.
Problemas de idioma hubo también en el programa. En la transcripción del cirílico, la región de Galitzia se dejo en Galicia, y por eso, al menos en los programas en francés que repartian en la puerta, la organización rezaba que el ballet transcurría en España. Se ve que a nadie le parecio raro ese vestuario y las inscripciones en polaco que adornan el pueblo, además de los aldeanos bailando mazurkas y czardas, ya se sabe, ¡los gallegos son así de internacionales!
Libreto de Charles Nuitter y Arthur Saint-Leon, sobre un cuento de Ernst Theodore Amadeus Hoffmann
Coreografia: Marius Petipa y Enrico Cecchetti
Reconstrucción : Sergei Vikharev
Diseñador: Boris Kaminsky
Diseñadora de vestuario: Tatiana Noginova
Director musical : Igor Dronov
Iluminación: Damir Ismagilov
- Swanilda: Natalia Osipova
- Frantz: Vyacheslav Lopatin
- Coppelius:Gennadi Yanin
- Amigas: Xenia Kern, Daria Khokhlova, Victoria Litvinova, Yulia Lunkina, Anna Okuneva, Yanina Parienko, Svetlana Pavlova, Anna Tikhomirova
- Coppelia (muñeca): Nadezhda Gredasova
- Alcalde:Alexander Fadeyechev
- Burgomaestre: Alexander Petukhov
- Mazurka: Anna Antropova, Anastasia Meskova, Yevgeny Golovin, Alexander Vodopetov
- Czardas:Kristina Karasyova, Vitaly Biktimirov
- La Aurora:Anastasia Stashkevich
- La oración: Anna Nikulina
- El trabajo: Anastasia Yatsenko (solista)
Daria Khokhlova
Svetlana Pavlova
Maria Prorvich
Olga Tubalova
- Folie (Folly): Anna Tikhomirova

Osipova esta siendo la estrella de estas últimas retransmisiones ( y de la próxima temporada), y la verdad es que el rol de Coppelia le va bastante bien. Ya lo he dicho, a pesar de sus habilidades técnicas, para mi, ella no esta particularmente dotada para los roles más clásicos, cómo actriz no me convence mucho, pero su naturaleza es de soubrette . Y con esos cambios de humor, Coppelia es una soubrette por excelencia. La coreografía de Vikharev no la aprovecha demasiado, pero consigue darle un aire clásico y aún así aprovechar esa elevación increible que tiene (Su entrada a la variación del 3er acto desperto exclamaciones en la sala).
Lopatin, al que vi hace unas semanas en Llamas de Paris (con el pelo a tazón, por cierto), estuvo muy bien. El rol no le exije demasiado, asi que sólo tiene que partnear bien a Osipova y flirtear un poco con Coppelia (además de una variación de baterias que realizó muy dignamente en el grand pas). Haciendo el chiste malo: Lopatin es chiquitín. Pero, aunque no tenga esa escala heróica que buscaba en Llamas, es suficiente para su papel de jovenzuelo enamoradizo.
Decir que me sorprende que después de su escándalo, la dirección del Bolshoi escogiera a Gennady Yanin para el papel de Coppelius. Porque, si hay un gran protagonista de este ballet, ese es el doctor Coppelius. El segundo acto le pertenece, y punto. Para mi, ese momento en el que Coppelius se arrodilla ante Swanilda/Coppelia mientras ella hace el penché con el espejo es simplemente mágico. Y ese momento vive en mi memoria en la persona de Adolfo Roval, un artista con mayúsculas.
Esta obra presenta muy bien al cuerpo de baile femenino de la compañia, que también está en alza. Siempre es agradable ver a Anna Tikhomirova, entre las amigas del primer acto y con variación en el último, deberian de dejarla debutar en algun rol de principal. Stashkevitch, por ejemplo, que tuvo hoy una gran variación, ya ha debutado en el rol de Swanilda. También entre las amigas, muy simpática Daria Khokhlova.
Videos:
El paso a dos:
Un reportaje de la premiere en 2009